Lluvias intensas

Tras las intensas lluvias que han acompañado el día, cualquier camino, cuneta o zanja se convierten en un improvisado arroyuelo.

Al mismo tiempo, el arroyo próximo aumenta su frenesí trasformando a la vez su color, indicativo de la estrecha relación entre el agua y la tierra.

Mientras, el grillotopo o alacrán cebollero (Gryllotalpa grillotalpa), sorprendido por la inundación que sin duda ha anegado su cueva, se ve obligado a mostrar sus sorprendentes dotes de nadador buscando algún lugar seco desde el que, seguramente, poder replantear su vida.

El grillotopo se trata de uno de los mayores peligros para el huerto ya que puede resultar muy destructor en el mismo. Sin embargo no es común que uno de estos insectos se instale en el huerto, pero cuando esto ocurre, existen sencillas trampas que permiten capturarlo.

De la misma forma, algunas lombrices de tierra, han tenido que dejar sus galerías repletas de agua para buscar lugares más secos que les permitan respirar.

Como contrapunto al arraclán cebollero, la lombriz de tierra (de la que existen multitud de especies distintas), resulta extraordinariamente beneficiosa en el huerto, ya que mejora la estructura y la fertilidad del suelo, aireándolo y desbloqueando nutrientes para ponerlos a disposición de las plantas.

Aprovechando el breve descanso vespertino que se ha tomado la lluvia, hemos podido inmortalizarlo todo gracias a la siempre dispuesta cámara del teléfono.