jueves, 21 de marzo de 2013

El furtivo gusano gris


Aquí presentamos al gusano gris (Agrotis segetum), un habitante del huerto muy perjudicial para las plantas, sobre todo si son pequeñas, tiernas o acaban de ser trasplantadas, pues devoran el cuello, el tallo y las hojas. Las patatas tampoco se libran de su insaciable apetito.

No resulta fácil descubrir a este escurridizo insecto pues tiene costumbres nocturnas, ocultándose durante el día bajo tierra, como mucho a unos tres centímetros de la superficie.

Por la mañana, el hortelano puede toparse con las pruebas de sus banquetes nocturnos en una plantita cortada y marchita, un tallo roído pendiente de un hilo o, en el mejor de los casos, unas hojas mordidas. Sin embargo, un experimentado horticultor sabe que excavando un poco al lado de la planta afectada seguramente aparecerá el huidizo gusano.

Para combatir a este bribón, puede utilizarse Bacillus thuringiensis, tanto aplicado directamente sobre el suelo y las plantas, como fabricando cebos en los que se añade además salvado y azúcar (también leche condensada) que se extienden cerca de las plantas por la tarde.

Si se tienen los ánimos suficientes, o si se sufre de insomnio, se pueden buscar al caer la noche con la ayuda de una linterna, siempre y cuando el huerto sea lo suficientemente pequeño.

De todas formas, suelen aparecer al remover la tierra durante los trasplantes, desherbados u otras labores, momento en el cual pueden capturarse.

Si se tiene cerca alguna gallina, seguro que agradecerá enormemente el exquisito manjar que supone para ella esta oruga.

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